Archivo | marzo, 2023

Cómo impacta psicológicamente la crisis económica y la inseguridad

30 Mar

Cómo impacta psicológicamente la crisis económica y la inseguridad en la salud

Redacción Cadena 3 entrevista radial :

https://www.cadena3.com/noticia/una-manana-para-todos/como-impacta-psicologicamente-la-crisis-economica-y-la-inseguridad-en-la-salud_353492

La psicóloga social e integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), Mónica Cruppi, dijo en Cadena 3 que no se debe normalizar o naturalizar prácticas que restan calidad de vida.

  La agudización de la crisis económica y el creciente aumento de la inseguridad en el país generan inconvenientes en la salud de los argentinos. Se trata de un problema que viene de varios años y que se acentúa cada vez más con el paso del tiempo.

Así lo sostiene la doctora Mónica Cruppi, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).

En diálogo con Cadena 3, Cruppi dijo que hay problemas contundentes de salud por los factores psicosociales que se han agudizado. «Esto viene de larga data, venimos padeciendo de la crisis desde hace más de 30 años a la fecha».

La Mesa de Café

Sostuvo que hay personas que han normalizado o naturalizado la situación económica o de seguridad y sugirió que es una práctica que no debería hacerse porque resta calidad de vida.

«Hay personas que no salen de sus casas y viven pendientes del relato de los medios de comunicación y se recluyen. No van al conurbano (bonaerense) por miedo, en una línea que se cruza por la situación económica actual», describió a Cruppi a Cadena 3.

Además explicó que «vivimos en la incertidumbre permanente y esa angustia produce enfermedades físicas y mentales

Por último, insistió en que «esto no es algo nuevo, pero lo venimos sosteniendo en la sociedad desde hace décadas y es un factor desencadenante de diferentes patologías y que atraviesa a todas las personas».

Lenguaje liquido y tiempos líquidos

21 Mar

Lenguaje liquido en tiempos liquidos

Las nuevas formas de vincularse y comunicarse por la web, han venido a transformar las costumbres, las relaciones y la intimidad en los vínculos. En lo cotidiano, el uso de la comunicación oral por vía telefónica está siendo desplazada por los Smartphone y varios tipos de mensajería instantánea, siendo “WhatsApp” la más multitudinaria. En nuestra práctica clínica analítica, se ha vuelto frecuente que los pacientes se comuniquen con nosotros por esta vía y también que se angustien  por algunos mensajes que reciben por esta aplicación. Suelen preguntar «¿le puedo leer el whatsapp que me mando tal o cual?” o expresar “hablamos por whatsapp”, en lugar de especificar que se escribieron. Esta analogía frecuente entre el hablar y el escribir se encuentra relacionada con la inmediatez de la aplicación.

 Sherry Turkle (2011) Psicoanalista e investigadora del tema en MIT piensa que este tipo de comunicación es una práctica despersonalizada que pone distancia en la comunicación. Turkle es la fundadora y directora de Tecnología y la Mismidad y en su libro Solos juntos: Por qué esperamos más de la tecnología y menos unos de los otros, se pregunta algo muy básico: ¿acaso las nuevas formas de comunicación nos conectan de la misma manera que en la vida real? Turkle, piensa que estas modalidades van moldeando nuestra subjetividad. Ofrecen una ilusión de compañía, pero sin el compromiso de una relación. La autora afirma que nos editamos al escribir y, en consecuencia, perdemos la espontaneidad que brinda el lenguaje oral. Además, agrega que se está perdiendo el arte de conversar y se pregunta cómo esto afecta en la intimidad y el diálogo interno que tiene cada persona. Estar comunicados por las mensajerías instantáneas se relaciona con mostrarse en forma parcial y editada; estar físicamente solos pero temporalmente juntos.

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En relación a la esfera afectiva, esta plataforma ha dado lugar a diversas formas de interacción, en las que es posible vislumbrar diferentes comportamientos neuróticos. Tan frecuentes se han vuelto estas interacciones y tanta angustia han despertado, que han llegado a la tapa de revistas locales e internacionales como el Time. Los anglosajones le han dado nombre a estos nuevos fenómenos: ghostingbenching, zombing y stalking, poketing. El ghosting o fantasmeo se refiere a la persona que desaparece sin dar explicaciones, mientras que el benching es lo que comúnmente se conoce como histeriqueo, seducir y abandonar,  aparecer y desaparecer. El zombing refiere a aquel sujeto que despareció, pero ocasionalmente manda mensajes de seducción: un “muerto-vivo”. Stalking es el término más difundido en nuestra cultura y se refiere al acecho, una forma de comportamiento obsesivo hacia el otro.

Quizás podríamos pensar  a esta crueldad e indiferencia socialmente aceptadas como una consecuencia del malestar actual  conjuntamente con  la ruptura del lazo social, los que ocasionan soledad, aislamiento, frustración y decepción en las relaciones: lo pasivo devenido activo, que finaliza en “el consumo del otro».

Lo novedoso en estos viejos comportamientos es su carácter masivo y su consiguiente legitimización social. Volviendo a Turkle, ella observó que los sujetos de su investigación pudieron normalizar el hecho de no tener feedback y también de ser ignorados en estos intercambios: una masividad que legitimaría cierta crueldad en las relaciones.