Dormir y descansar bien es importante para nuestra salud psíquica y física. Repara nuestro organismo, mejora nuestro estado de ánimo, nos libera del stress, mejora el rendimiento mental , el corporal y nos fortalece a nivel inmunológico.No descansar bien durante un tiempo trae aparejado trastornos de irritabilidad, ansiedad, angustia, fallas en la atención, en la memoria, depresión, fallas en los reflejos etc. El mal dormir, la insuficiencia de sueño, o el sueño interrumpido baja las defensas psíquicas y las personas se vuelven más frágiles.
En la pareja, las malas noches de sueño son el resultado de formas diferentes de conciliar el descanso, estilos distintos a la hora de dormir. Estas situaciones pueden generar muchos conflictos; porque si las personas se despiertan cansadas y malhumoradas generalmente reaccionan mal y pueden ser violentas. Pueden darse muchas incompatibilidades: el tipo de colchón, la almohada, la cama (corta, ancha, larga, etc.) la TV prendida o apagada, si uno lee y el otro no, la intensidad de la luz, los ronquidos, el rechinar de dientes, la persona inquieta, la calurosa, la friolenta, la ventana abierta ò cerrada, se levanta a la noche ò no, come en la cama, la que patea y despierta al otro mascotas en la cama, niños pequeños, despertar al otro para tener sexo etc. Las diferencias pueden ser múltiples depende de la consideración de cada la pareja.
Estudios psicológicos revelan que dormir juntos si el descanso es armonioso para ambos satisface necesidades emocionales primarias, las personas se sienten más conectadas, seguras, más gratificadas, mas erotizadas, más cariñosas, pero si no es agradable genera hostilidad y puede llevar a situaciones irreconciliables.
En realidad cada pareja es singular y va construyendo su propia modalidad y formula exitosa para transitar el camino del amor ya sea con cama doble ó en camas separadas. La pareja con su estilo y modalidad propia lo decidirá, supone un proceso de ir construyendo y trabajando el vínculo.
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